BBVA ha diseñado una tarjeta de crédito para los menores de 30 años que atiende a la denominación de Después Blue. Está destinada para afrontar las compras en los comercios y retirar efectivo desde los cajeros automáticos. Y que como novedad, permite la realización de estas operaciones aunque no se disponga del saldo suficiente en la cuenta corriente. Como consecuencia de ello, los gastos se cargarán al mes siguiente (de forma gratuita, sin intereses), o si prefieren sus titulares, aplazarlos en función de las modalidades de pago que aporta este medio de pago.
Presenta dos alternativas para conseguirla de forma gratuita. Por un lado, todos los suscriptores menos de 21 años, y por otro, inscribirse en el plan “bye bye comisiones” que contempla la entidad para que sus clientes eviten estos gastos. De cualquier forma, el límite de la línea de crédito que presenta la tarjeta será valorada por la entidad, quien finalmente valorará la situación financiera del cliente para concedérselo.
La seguridad de este medio de pago es otra sus principales aportaciones, al incorporar varios seguros de estas características: atraco en cajeros o protección por uso fraudulenta, para facilitar el uso en sus operaciones habituales. Incluso admiten la posibilidad de comprobar sus movimientos desde el móvil.