Si el deseo de los clientes bancarios es disponer de una mayor flexibilidad a la hora de aplazar los pagos de sus compras, pueden optar por el modelo que presenta Ibercaja para estos escenarios. Se trata de un plástico de crédito a fin de mes, que permite el aplazamiento de los pagos realizados con cuatro plazos distintos, que van desde los 3 a los 12 meses, y que pueden ser elegidos en función de las necesidades de sus titulares. En los períodos menores (a 3 meses) no genera intereses.
Esta línea de financiación puesta en manos de los usuarios más activos se caracteriza porque se formaliza sin apenas trámites administrativos, y por tanto, es más fácil de conseguirla. No obstante, se requiere que las compras se desarrollen en el mismo comercio, como una estrategia para fidelizar aún más al cliente. Y que incluso da derecho a participar en promociones exclusivas destinadas a este medio de pago.
Otra de sus aportaciones más notables consiste en que hay un conocimiento previo del coste del aplazamiento, conociendo el cliente en todo el momento lo que debe y el límite que dispone. Incluyéndose una comisión fija mensual según el plazo acordado entre ambas partes. Y cuya emisión es completamente gratuita.