Desde el año 2012 el PIB en España ha mantenido una senda de recuperación que le ha llevado hasta crece interanualmente un 3,1% en el último trimestre. Esta recuperación ha venido impulsada por la recuperación del consumo privado, que representa aproximadamente el 60% del PIB, y que actualmente crece a un ritmo interanual del 2,5%.
Esto se ha producido en un entorno económico donde las empresas han tenido que aumentar la productividad, que en parte lo han hecho con inversión en tecnología, pero sobretodo lo han hecho con reducción del personal y con congelación de los salarios.
¿Por qué se ha incrementado el consumo privado mientras los sueldos se han mantenido congelados, o incluso se han reducido?
La ecuación a tener en cuenta es la siguiente: Consumo=Renta – Ahorro +/- variación de la deuda. Si la renta la mantenemos constante y el consumo está subiendo, solo quedan dos variables que permitan que la ecuación cuadre, que se reduzca el ahorro o/y que se incremente la deuda.
Lo que ha ocurrido recientemente en España son las dos cosas: por un lado se ha reducido la tasa de ahorro y por otro lado se ha incrementado el nivel de deuda.
El nivel de ahorro se define como el porcentaje que cada español en promedio destina al ahorro respecto de su renta disponible. Este nivel de ahorro en 2010 era del 13,4% y ha mantenido una tendencia decreciente hasta situar la tasa actual de ahorro en el 6,1%, muy cerca del mínimo histórico que se alcanzó en 2007 (5,6%), poco antes de que estallara la crisis financiera en el 2008.
Por otro lado, para cuadrar la ecuación, no sólo ha sido necesario reducir la tasa de ahorro, sino también incrementar la deuda, pero no la deuda hipotecaria, esta se ha reducido, sino los préstamos al consumo. Los préstamos en consumo se han incrementado a ritmos cercanos al 20% interanual durante todo el 2017, lo que ha llevado a situar los prestamos al consumo concedidos en España en 43 mil millones de euros en 2017, situándose por primera vez por encima de los préstamos hipotecarios.
Lo que en principio pudiera parecer un síntoma de la buena situación de la economía Española (consumo privado creciendo a tasas superiores al 2%), un análisis más profundo, nos demuestra que la situación es preocupante. No es nada saludable que los préstamos al consumo este creciendo a tasas cercanas al 20% y que las nóminas de los españoles se encuentren congeladas.
Esta claro que los tipos de interés en mínimos históricos están permitiendo a los bancos ofrecer préstamos al consumo muy atractivos a los consumidores (con tipos de interés cercanos al 8%) lo que sustenta este fuerte crecimiento.
Por otro lado, estos tipos de interés tan bajos tampoco incentivan a los ahorradores a invertir en depósitos bancarios , donde las tasas de rentabilidad actuales no superan el 1%.
En definitiva, es bueno que la confianza llegue a los consumidores y que las tasas de ahorro se moderen (síntoma de una mayor confianza en el futuro) pero todo en su justa medida. Sería mucho más sano y este debiera ser el próximo paso para afianza la recuperación económica, que la tasa de ahorro se estabilizara y dejara de caer, se redujera el nivel de préstamos de las familias españolas y para compensar subieran los salarios. Veremos si esto es lo que ocurre.
En definitiva una mierda para el pobre asalariado y un negocio rentable para las empresas y gobiernos mafiosos. En las proximas elecciones los van ha votar su puta madre.
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