Perder la tarjeta de crédito es una de las situaciones más desagradables e inoportunas que les puede suceder a sus titulares. No solamente por los inconvenientes que generará este escenario tan poco deseado, sino también porque pueda caer en manos de terceros. Ante lo cual habrá que imprimir una serie de actuaciones para minimizar este accidente, que seguramente se presentará más de una vez a lo largo de nuestra vida.
En primer lugar, habrá que notificar al banco de su desaparición, lo más rápidamente posible, para evitar futuras complicaciones. Para ello, será muy útil llevar apuntado en la cartera, tanto el número del plástico, como el teléfono a donde dirigirse para denunciar su desaparición. Y que en el caso que fuese como consecuencia de un robo, se interpondrá una denuncia ante las autoridades policiales pertinentes.
Otro problema que conlleva esta situación es que habrá que esperar unos días hasta que el banco nos reponga de otra tarjeta con las mismas características, para realizar las principales funciones bancarias. Este proceso suele durante entre 4 y 7 días hasta que se recibe el nuevo plástico en nuestro domicilio. También será muy aconsejable conocer los movimientos de nuestra cuenta corriente, por si pudiese haber algún cargo sospechoso. Y para lo cual, no habrá más remedio que estar pendientes durante unos días de sus anotaciones.