¿Mantenemos la cuenta cada uno o nos hacemos una cuenta conjunta? es una pregunta que todos los que pasan a convivir juntos llegan a plantearse. Y la decisión es muy importante ya que una mala gestión de las finanzas es una de las principales motivos de ruptura.
La opción más recomendada es que cada uno mantenga su propia cuenta para lograr así una cierta independencia financiera pero también crear una cuenta conjunta para gestionar gastos conjuntos. Pero cuando uno de los dos no trabaja y no aporta ingresos la opción de cuenta conjunta es la más necesaria para una buena convivencia.
A la hora de abrirnos una cuenta con alguien habrá que tener en cuenta:
- Definir bien que tipo de gastos se van a incluir en esta cuenta. Si sólo es para gastos comunes (hipotecas, recibos, comunidad,…) o está destinada a ahorrar para un fin concreto (viaje, boda, gastos universitarios,…).
- Evitar en la medida de lo posible retirar dinero de esta cuenta para gastos personales. Las cuentas conjuntas permiten a los titulares retirar el dinero en cualquier momento.
- Al ser una cuenta destinada para unos gastos concretos lo ideal es que sea una cuenta de ahorro diferente a la utilizada para gastos del día a día.
- Compartir una única cuenta facilita el control de gastos y el ahorro en los costes de mantenimiento de la tarjeta.
- Elegir a ser posible una cuenta de ahorro remunerada para así sacarle partido a los ahorros.
Prácticamente todas las entidades ofrecen cuentas para abrir entre dos titulares.
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