Desde la caída de los tipos de interés, los ahorradores no paran de buscar productos donde invertir con seguridad, ya que los productos tradicionales han perdido parte de su atractivo.
Hace no muchos años, los ahorradores más conservadores, que son la inmensa mayoría de los ahorradores españoles, invertían su dinero en las cuentas de ahorro, cuentas remuneradas y en los depósitos bancarios . En los ranking de los mejores depósitos bancarios era relativamente fácil encontrar depósitos al 4% e incluso más, pero esta situación cambió radicalmente desde el 2015 y no hay ni rastro de rentabilidades superiores al 4%, ni siquiera cercanas.
Es por ello, que muchos pequeños ahorradores se plantean otro tipo de productos donde invertir sus dinero y poder sacar algo de rédito a sus inversiones. Pero ¿existen productos financieros que den una rentabilidad atractiva y que no exista riesgo de pérdida?
Ante esta pregunta muchos comerciales de entidades financieras e incluso asesores de inversión, dicen sí, los fondos de renta fija. Los pequeños ahorradores, e incluso algunos que no lo son tanto, creen que los fondos de renta fija son fondos que dan una rentabilidad fija y que no hay riesgo en la inversión depositada. Vamos, que son una especie de depósito bancario pero con un nombre distinto, «fondo de inversión de renta fija».
Pues no, un fondo de renta fija no es un depósito bancario ni una cuenta remunerada. Un fondo de renta fija, es un fondo de inversión, es decir un vehículo de inversión colectiva donde un gestor un invierte en distintos activos, en este caso en activos de renta fija, es decir, bonos y obligaciones de empresa y de paises con distintos niveles de rating (o de riesgo).
Los gestores de fondos de renta fija, como los demás gestores de fondos, compra y venden estos activos con una frecuencia relativamente alta y es aquí donde está la clave de la cuestión. Si los gestores de fondos de renta fija compraran bonos de empresa y los dejaran hasta el vencimiento del mismo, estos fondos tendrían la rentabilidad promedia del cupón de los bonos en los que estuvieran invertidos, y no habria riesgo, más alla del riesgo de quiebra del emisor. Pero como hemos comentado anteriormente, los gestores de estos fondos, por obligación y por necesidades de liquidez, compran y venden continuamente estos activos, y el valor de estos activos, al igual que sucede con los activos de renta variable (las acciones), varían de precio con lo que se generan pérdidas y beneficios continuamente.
El precio del bono se mueve al alza cuando la rentabilidad del bono baja, y viceversa (el precio baja cuando la rentabilidad del bono sube). En estos últimos años, con los tipos de interés moviéndose a la baja, los precios de los bonos han aumentado y el comportamiento de los fondos de inversión de renta fija, al menos de los bien gestionado, ha sido bastante positivo al poder vender a precios superiores a los que han comprado los activos al ser creciente la tendencia general de los precios.
Sin embargo, en estos momentos, los tipos de interés estén en mínimos históricos y la subida de tipos de interés se vislumbra ya en un horizonte relativamente cercano. Esta subida de los tipos de interés en el medio plazo genera que la rentabilidad de los bonos empiece a subir, y por consiguiente el precio de los bonos a bajar resultando en una pérdida de valor para los tenedores de bonos.
Con lo cual, mucho cuidado con invertir en estos momentos en fondos de renta fija, sobre todo en aquellos que invierten en activos de largo plazo (mucho más sensibles a cambios en los tipos de interés) porque el riesgo puede ser incluso mayor que el riesgo en la inversión en activos de renta variable.
Así que mucho mas recomendable que adquirir un fondo de renta fija en estos momentos es seleccionar un depósito bancario con un tipo de interés próximo al 1% (si, todavía en el comparador de depósitos bancarios hay depósitos a estas tasas de rentabilidad), que puede que no sea un producto muy tentador, pero es un producto seguro y que no nos va a dar ningún susto.