Las cuentas nómina es uno de los productos bancarios más satisfactorios para los intereses de los clientes. Una de las mayores ventajas que reporta su contratación es que permite obtener tarjetas, especialmente en las modalidades a débito, de forma totalmente gratuita. Sin cuotas de emisión, mantenimiento y renovación, propiciando que el ahorro entre sus titulares sea mayor, en torno a 100 euros todos los años. No en vano, debe de ser una aportación básica de la cuenta en donde se domicilie el salario.
No de menor importancia son las devoluciones de los recibos domiciliados en la cuenta (gas, agua, luz, telefonía…), que se mueven en la actual oferta bancaria, entre unos márgenes que oscilan del 1% al 5% en los modelos más agresivos. No obstante, y contradictoriamente, todavía no es una estrategia comercial aplicada mayoritariamente en las cuentas nómina. Sino que por el contrario, son los productos convencionales (cuentas corrientes, de ahorro, etc.) quienes se inclinan por ofrecer a sus titulares estas aportaciones, que devuelve dinero en efectivo.
Algunas de las cuentas nómina o de ahorro que nos devuelven parte de los recibos domiciliados son: [highlight]Cuenta 123 del Banco Santander[/highlight] que te devuelve hasta el 3% de los recibos domiciliados, La Cuenta Expansión del Banco Sabadell te devuelve también el 3%, La Cuenta Nómina de Oficina Directa el 2%, Openbank el 1%, entre otras.
Y en cualquier caso, toda clase de domiciliaciones bancarias conllevarán en estos productos una exención total en sus gastos, ni contemplan comisiones u otros cargos a cuenta. En lo que constituye en una fórmula comercial que emplean las entidades bancarias para fidelizar a sus clientes, por el traspaso de sus principales facturas domésticas.
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