La crisis en la que nos encontramos, está generando entre otras muchas cosas, que el nivel de ahorro de los españoles se incremente a niveles históricamente altos, alcanzando en marzo el 13% sobre los ingresos. Justo en el momento en el que la economía necesita de un crecimiento elevado del consumo, tenemos una tasa de ahorro elevadísima y un fuerte decrecimiento del consumo (ya decrece a ritmo del 30% interanual).
Esta tasa de ahorro tan alta, se debe a la incertidumbre que tenemos en cuanto al futuro económico del país, y concretamente al futuro económico que nos espera personalmente a cada uno de nosotros. Mientras se siga destruyendo empleo al ritmo al que lo está haciendo España en estos momentos, la tasa de ahorro se va a mantener en estos niveles. La economía se mueve por expectativas, y mientras estás sean negativas, el consumo seguirá por los suelos y el ahorro por las nubes.
Con lo cual parece que entramos en un círculo vicioso, la economía va mal por lo cual ahorramos, y como ahorramos y no consumimos, la economía seguirá yendo mal o peor.
Y la pregunta es ¿hacia donde se está dirigiendo y se va a dirigir estos ahorros?
Históricamente los activos principales adquiridos por los ahorradores son los depósitos, la vivienda, los fondos de inversión y la inversión directa en bolsa.
En épocas de crisis económica, el producto que sale beneficiado es el depósito bancario. El crecimiento de los depósitos en el último año en España ha sido espectacular, debido en gran medida a la pérdida de atractivo de las otras alternativas de inversión (bolsa, fondos de inversión y vivienda), y a las interesantes ofertas que han realizado las entidades financieras.
Pero está situación está cambiando sustancialmente. Las continuas reducciones en los tipos de interés que han llevado al Euribor a tocar mínimos históricos, han provocado que las entidades financieras no puedan ofrecer rentabilidades atractivas a sus clientes.
Con lo cual nos encontramos ante un situación en la que los ahorradores no saben que hacer con su dinero. Parece que la crisis inmobiliaria, al menos en España, va a continuar, los expertos pronostican caídas en torno al 20% para el año que viene. Con lo cual, parece que el activo más probable al que se dirijan los fondos de los ahorradores en los próximos meses sea la bolsa, que parece que ha tocado fondo, o al menos en mayor medida que el mercado inmobiliario.
Pero está claro, que mientras los resultados empresariales no den síntomas de recuperación y no se vea el final del túnel, la mayoría de los pequeños ahorradores van a mantener el dinero en los bancos, esperando a que la situación mejore, o bien para consumir, o bien para dirigir sus ahorros hacia algún activo atractivo.